Mejorar las competencias del alumno, principalmente en comunicación y ciencia-tecnología, involucrarlo en sus propios procesos de aprendizaje a través de propuestas en las que se convierta en protagonista y responsable.
Proporcionar a los estudiantes enfoques de aprendizaje innovadores que los involucren directamente, favoreciendo así una participación activa en los procesos comunes de resolución de problemas y la creatividad, iniciativa y responsabilidad de su propio trabajo.
Entre los países europeos para mejorar el diálogo cultural, aumentar la empleabilidad y ampliar la gama de oportunidades de empleo.
Numerosos estudios han destacado una preocupante disminución del interés de los jóvenes en la ciencia y la tecnología. A pesar de las acciones implementadas para revertir esa tendencia, las señales de mejoría son modestas. El informe “Rocard on Science education” plantea que esta falta de interés de los jóvenes hacia la ciencia se debe a la forma en que se enseña en la escuela. La necesidad de mejorar la educación científica tiene un papel crucial en la “Estrategia de Lisboa”, en el informe “Science education for responsible citizenship” (2015) y el Marco Estratégico de la educación y formación (ET2020).
Las escuelas implicadas en este proyecto tienen como objetivos principales de su currículum la enseñanza de las ciencias y la tecnología así como de las lenguas extranjeras. Por ello, las escuelas participantes se proponen formar a sus alumnos para ser ciudadanos activos, con las competencias necesarias que les permitan aprovechar las oportunidades que se les presenten en el futuro