Un gran número de estudios han puesto de relieve una preocupante disminución del interés de los jóvenes por la ciencia y la tecnología. El informe Rocard sobre la educación científica afirma que esta falta de interés de los jóvenes por la ciencia se debe a la forma en que se enseña en las escuelas. En este contexto, si bien la comunidad educativa está de acuerdo en que los métodos de enseñanza basados en la investigación son más eficaces, la verdad es que en la mayoría de las aulas europeas estos métodos no siempre se aplican. La necesidad de mejorar la educación científica tiene un papel crucial en la “Estrategia de Lisboa”, en el informe “La educación científica para una ciudadanía responsable” (2015) y en el Marco estratégico para la educación y la formación (ET2020).